jueves, 18 de junio de 2009

Poniendo los cimientos

El otro día, al ir a recoger a los niños al colegio, me dí cuenta que el aparcamiento de bicicletas se ha ampliado. Asemás está cerrado y vigilado.. Todo un lujo.

Llegué a contar 12 bicicletas, no es una barbaridad pero no está nada mal.
Esta mañana he visto a un niño de P4 que iba a clase con sus ruedines, su casco, etc...
Parece que estamos haciendo cantera, al menos es lo que intentamos.

La verdad es que los míos podrían ir a clase en bici, ya que tienen carril bici, separado del tráfico desde la puerta de casa. El único impedimento que tenemos es que su Madre no se lo permite.

Una lástima porque son los niños más felices del mundo con su bici, pero bueno, hay cosas con las que es muy difícil luchar.


El próximo martes es el último día de 3 en un burro, se acaba el curso. La verdad es que me dá mucha pena.

Supongo que para el próximo curso será totalmente imposible. La bici ya no aguanta el peso de todos. El invento del sillín del pequeño es hasta 25kg y ya los ha alcanzado, así que nos tocará fastidiarnos. A no ser que su Madre nos permita ir con sus propias bicis.

2 comentarios:

Don Biciclote dijo...

Supongo que sabes hasta que punto entiendo tu pena por abandonar la versión 3 en un burro. Y te acompañare en la alegria de ver a tus hijos ir en sus bicis, escoltados por ti primero, por su cuenta pasado el tiempo. Alegria que debera llegar si su Madre los quiere a ellos mas de lo que pueda querer discutir contigo...

Silvia Güidone dijo...

¡Hola!!!!
Lujo realmente que tengan aparcamientos cerrados y vigilados.No en todos lados ocurre lo mismo.
¿Sabes?, las madres siempre tenemos miedo cuando los niños son pequeños,que anden solos en sus bicis.Pero si papi los acompaña todo bien.
Me encanta la forma que tienen de hacer sus vidas "en bici".
Que disfruten mucho este fin de semana,en familia y con bicis incluídas.
Cariños y mi mejor sonrisa.